Las gimnastas Polina Berezina y Natalia García no lograron clasificarse para la competición individual de rítmica de los Juegos Olímpicos en la última oportunidad que disponían, en la final del concurso general de los Campeonatos de Europa. Media docena de gimnastas optaban todavía a la única plaza por adjudicar y se la llevó la húngara Fanni Pigniczki, que ocupó la décima posición en la final, ganada por la rusa Arina Averina.
Bereniza, decimoquinta con 94,050 puntos y García, decimonovena con 91,200, quedaron detrás de la húngara (97,250) y de la rumana Andrea Verdes, decimocuarta con 94,400, entre las gimnastas que optaban a esa plaza olímpica.
Las españolas se mantuvieron en un nivel de notas que pudo acercarlas a su objetivo, salvo con la cinta. Ahí Natalia García perdió el aparato en una recepción (19,650) y en el caso de Polonia no prosperó la reclamación de su nota (21,550). Sí, en cambio en la pelota, su último aparato, pero la ventaja de Pigniczki resultó ya insalvable.
Los Juegos de Tokio serán los primeros en los que no compitan gimnastas individuales españolas desde que esta modalidad se introdujo en 1984. Y también los primeros con representación de Hungría desde Sidney 2000.
Arina Averina logró su tercer titulo continental (109,100), tras los conseguidos en 2018 y 2021, superando a la búlgara Boryana Kaleyn (107,635), y a su gemela Dina, triple campeona del mundo, que había sido la mejor en la ronda de clasificación y compitió con una faja lumbar. La campeona en 2020, la israelí Ashram Linoy, quedó cuarta (106,800)
