Normalmente se usa el microondas para calentar comida o hacerse unas palomitas. Y poca cosa más Y es una pena porque un microondas puede dar mucho de sí. ¿No lo crees? Pues aquí tienes 17 usos sorprendentes que van a revitalizar tu forma de utilizar este electrodoméstico.
Cocina un pastel
¿Tienes antojo de algo dulce, pero no te apetece cocinar un pastel enorme o ir a comprar uno? Sin problemas: en menos que canta un gallo puedes hornear un pastel-en-taza con la ayuda del microondas. El canal de Youtube especializado en recetas miel house te explica cómo hacerlo.
Cocina un huevo duro
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Ojo: no se te ocurra meter un huevo en el microondas, pues estallará si o sí. El truco está en cascar el huevo en un bol pequeño. Pincha la yema con un palillo varias veces. Ponlo en el microondas pero antes cúbrelo con un plato. Cocínalo a mitad de potencia durante 45 segundos. Echa un vistazo al huevo. Si ya está hecho, a comer. Si no, ve haciendo intervalos de 15 segundos y revisa.
El tiempo total dependerá de tu microondas y del huevo, pero no deberías de invertir más de un minuto extra. Todo siempre a potencia media. Este método tiene un motivo: es para evitar que el huevo explote.
Hazte tus propias patatas chips caseras
Si te apetecen unas patatas chips de bolsa, pero se te ha olvidado comprar en el súper, siempre puedes hacértelas con la ayuda del microondas. Es la mar de sencillo y quedan más crujientes de lo que puedes esperar. Sigue las instrucciones de este vídeo de Youtube.
Desinfecta y desodoriza esponjas de baño
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No tires la esponja de cocina solo porque huela a la cena de la noche anterior. Remójala en agua con una pizca de vinagre blanco o zumo de limón, y luego calienta la esponja en el microondas durante un minuto a máxima potencia. Además de quitar el olor, también la habrá desinfectado.
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Licúa de nuevo la miel
Si la miel se te ha vuelto pegamento abejil, métela su jarra abierta en el microondas. Caliéntala durante entre 30 segundos y un minuto a media potencia.
Saca más zumo de tus cítricos
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Es difícil exprimir un limón o una lima recién sacada de la nevera debido al frío. Antes de hacerte zumo, mete la fruta en el microondas durante 20-30 segundos.
Dale un nuevo uso a tus lápices de colores usados
¿Tienes muchos lápices de colores súper gastados? No los tires todavía: puedes jugar con ellos y por ejemplo convertirlos en velas o crear formas originales.
Primero, saca los envoltorios porque cuando la cera se derrita puede ser desastre. Puedes raspar los envoltorios de papeles con un cuchillo. Si te da cosa, remoja los lápices en una taza de agua caliente para que el papel se suelte.
Utiliza un cúter o un cuchillo de cocina para cortar los lápices en trozos más pequeños. Pondera juntar estos trozos por colores o hacer un popurri de arco iris, según te vaya bien.
Mete todos los trozos que quieres derretir juntos en un recipiente para microondas. Vale hasta una taza vieja que no utilices. Si quieres hacer velas con ellos, añade un trozo de cera de vela por cada trozo de lápiz. Si quieres que las velas sean aromáticas, añade unas gotas de aceite esencial o de fragancia.
Pon el recipiente en el microondas y caliéntalos 2 minutos. Pausa cada 30 segundos para remover el recipiente. No te alejes del microondas: vigila porque quizás los trozos se te derriten antes de lo previsto.
Ya tienes cera derretida. Puedes ponerlos en moldes, hacer formas con ellos aprovechando su nueva forma… ¡ahora ya depende de tu imaginación!
Haz caramelo líquido
Con un poco de agua y con solo 30-60 segundos puedes tener caramelo líquido. Para más detalles e instrucciones, sigue este vídeo de Youtube.
Tuesta frutos secos, picatostes o trocitos de coco
Puedes tostar todos estos tentempiés en menos tiempo que en el horno. Esparce las almendras, por ejemplo, encima de un plato y caliéntalos durante 2-3 minutos. Para a cada minuto para remover el plato. No te los comas nada más terminar: se seguirán tostando durante un minuto más después de sacarlos del microondas.
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Cuece las verduras
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Al igual que con las nueces de más arriba, reparte las verduras por el plato. Añade 2-3 cucharadas de agua y cubre el plato (pero deja espacio para que el vapor pueda salir). 3-7 minutos a potencia máxima y presto.
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Corta cebollas sin necesidad de llorar
¿Odias que empiece el drama cada vez que te pones a cortar cebolla? Ponla en el microondas durante 30 segundos para quitar su jugo. De esta forma ya no te entrará la llorera.
Pela ajo con mayor facilidad
Si te cuesta pelar los dientes del ajo, ponlos en el microondas encima de papel de cocina durante nada, 10 segundos. El papel absorberá la humedad y te facilitará el trabajo.
Quita sellos de sobres
Si coleccionas sellos y te da cosa sacarlos de los sobres a la vieja usanza por si se rompen, añade dos gotitas de agua en el sello y ponlo unos segundos en el microondas. Verás que será más fácil de sacar del sobre.
Calienta aceites capilares y otros productos de belleza
Al igual que la miel más arriba, el aceite capilar puede endurecerse y puede costar sacar de su envase. Ponlo en el microondas durante 20-30 minutos para licuar el aceite y facilidad su salida. Haz lo mismo con otros productos de belleza como la cera.
Remoja las legumbres en caso de emergencia
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Si se te olvidó poner las legumbres en remojo la noche anterior, puedes usar el microondas como plan B. Pon las legumbres en agua: tres vasos de agua por cada vaso de legumbre. Pon el bol en microondas durante 15 minutos a potencia máxima hasta que hiervan. Deja reposar las legumbres durante una hora o así y ya está: a cocinar.
Improvisa una almohadilla térmica
¿Acabas de hacer ejercicio y tienes los músculos doloridos? Llena un calcetín sin usar con arroz o legumbres. Calienta el calcetín a intervalos de 15 segundos hasta alcanzar la temperatura adecuada. Ya tienes una almohadilla.
Esteriliza tierra de jardín
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¿Quieres plantar unas semillas en un tiesto por ejemplo? Pues antes de nada, esparce la tierra en una superficie plana y ve calentando la tierra en el microondas a intervalos de 15-20 segundos hasta que empiece a salir vapor (en 3-5 minutos). Tendrás tierra libre de virus, organismos patógenos, malas hierbas… para que lo nuevo que crezca ahí lo haga de forma saludable y fuerte.
