Loading...

Ava Max: ‘‘En el instituto se reían de mi, pero eso me hizo más fuerte. Por eso nunca me rindo’’

Ava Max: ‘‘En el instituto se reían de mi, pero eso me hizo más fuerte. Por eso nunca me rindo’’

‘‘Es gracioso porque el otro día me probé una peluca que era igual de larga por ambos lados y parecía una persona totalmente distinta’’, se ríe Ava Max (1994, Estados Unidos), refiriéndose a su seña de identidad: el ‘Max Cut’, su corte de pelo con la melena un lado más larga que por el otro. Su rubio platino se ha hecho tan popular como el ‘dance pop’ de su álbum debut de 2020, ‘Heaven & Hell’. Por eso, me pregunto cómo se las arregla para ir a los sitios sin que la reconozcan. ‘‘Uso gorros de pescador, los tengo de todos los colores’’, explica.

La artista, de 27 años, charla con nosotras desde su casa de Los Ángeles y, si bien el tema de su cabello no puede faltar en la conversación, el resto de su aspecto es sorprendentemente discreto para una estrella del pop que una vez se presentó a la gala de los MTV VMA’s vestida de superheroína. También a quien en más de una vez se le ha comparado con Lady Gaga. ‘‘Las dos tenemos un sentido muy teatral de las cosas y nos gusta usar ropa atrevida’’, afirma, mientras lleva un vestido de una pequeña boutique de Venice Beach por debajo de una camiseta negra de Brandy Melville y un par de Converse. ‘‘Deportivo pero femenino. Siempre un poco de las dos cosas. Tal vez para los próximos discos me rape la cabeza. ¡Pero solo la mitad! Porque la dualidad siempre estará presente en mi vida’’, sentencia.

Jasper Soloff

Los que han seguido a Max desde que alcanzó el éxito hace tres años con la pegadiza ‘Sweet but Psycho’ (con más de de mil millones de reproducciones) sabrán de qué estamos hablando. Porque, al igual que su cabello y su forma de vestir, es la dualidad de su música lo que le ha hecho destacar entre sus compañeros de profesión. Su primer disco se podía dividir en dos partes: una con canciones que empoderaban y otra con melodías más oscuras, que exploraban los aspectos de las emociones y altibajos que nos tiene reservados la vida.

Cuando tiene lugar esta charla, está a punto de salir de gira con Maroon 5. Hace más de dos años que no lo hace. A principios de este, se encerró en el estudio de grabación para trabajar en su segundo álbum (aún sin título) y del que no quiere desvelar nada, ya que la fecha de lanzamiento todavía queda lejos. ‘‘Te hará bailar y llorar al mismo tiempo’’, confiesa, junto a la pista de que el sencillo ‘Every time I Cry’ (lanzado el pasado mes de junio) es similar a cómo será el resto del disco:

Es una cuestión interesante, dado que siempre ha guardado silencio sobre las suyas. ‘‘Ahora mismo estoy viviendo un momento muy confuso’’, se ríe cuando le pregunto si sigue sin pareja. ‘‘Digamos que no me ha ido muy bien. Me gusta amar, pero supongo que todavía no he conseguido lo que quiero’’. Quizá estos temas le han servido como terapia: ‘‘Eso es. Todo ha nacido de mi interior. No tenía pensado hacer un disco tan personal, pero cualquier cosa que escribía tenía algo que ver con lo que me estaba pasando. Son letras que resultan muy cercanas’’.

Jasper Soloff

Esta corta distancia es la clave del atractivo que tiene. Sus logros: un contrato en 2016 con solo 22 años o un lugar en la prestigiosa lista de jóvenes talentos ‘30 Under 30’ de Forbes en 2021. Sobre el papel, puede parecer impresionante, pero su camino hacia la fama no ha sido fácil. Nació en Wisconsin con el nombre de Amanda Koci y pasó su infancia en Virginia. Su madre, cantante de ópera, y su padre, pianista, huyeron de Albania tras la caída del comunismo en 1991. ‘‘Cuando llegaron a Estados Unidos, con mi hermano de siete años, mi madre estaba embarazada de mí. No sabían hablar inglés, no tenían dinero y tuvieron que trabajar en tres sitios distintos cada uno para salir adelante. Se sacrificaron tanto, que ahora estoy dispuesta a darles todo lo que quieran’’. Cuenta que se emocionó mucho cuando pudo comprarle a su familia una casa en The Valley, un barrio no muy lejos del que vive ella actualmente en Los Ángeles. ‘‘La gente me dice: ‘Debes ser muy feliz, ganas mucho dinero’. Pero yo no lo veo de esa manera. Para mí, es una forma de poder ayudar a los demás’’. Ver cómo luchaban sus padres ha influido mucho en la forma en que ha afrontado su carrera musical. ‘‘Sé que suena a cliché, pero nunca me rindo. Pensé: ‘Tengo que hacerlo, no solo por mí, sino por mi familia también’. Renunciaron a tantas cosas, que no podía rendirme. No entra en mis planes’’.

Ava Max: ‘‘En el instituto se reían de mi, pero eso me hizo más fuerte. Por eso nunca me rindo’’

Ha habido muchas ocasiones en que las que, lo más fácil para Max (que adoptó el nombre artístico de Ava a los 14 años cuando su familia se mudó a Los Ángeles), hubiera sido doblar la rodilla. De hecho, escribió el sencillo ‘Who’s Laughing Now’ como respuesta a cómo le había tratado la industria musical durante aquellos primeros momentos. ‘‘En esa época, conocí a muchos letristas y productores, y nadie se molestó en darme ni la hora —recuerda—. Se reían en mi cara y me decían: ‘Nunca lo conseguirás’. Fue muy duro, no voy a negarlo. No sabía si lo lograría o no. Pero lo único que sí tenía claro esque esto es lo que me gustaba hacer’’.

Mudarse a Carolina del Sur cuando tenía 15 años, matricularse en el instituto —después de años de educación en casa— e intentar llevar una vida normal solo supuso más problemas. ‘‘Se metían conmigo porque era la chica nueva del instituto. Nunca había contado esto antes, pero un chico me invitó a salir y fuimos a casa de sus padres. Trató de besarme y lo siguiente que vi fue un grupo de niños mirando por la ventana y riéndose en mi cara. Me dijo: ‘¡No quiero salir contigo! ¡Todo era una broma!’ Aquello me hizo más fuerte. Cada vez que lloro, me hago un poco más fuerte’’, se ríe. Así es la letra de su último single, por cierto.

Jasper Soloff

Aunque, bromas aparte, superar una situación así no fue fácil para ella. ‘‘En ese momento, pensé que el mundo se hundía bajo mis pies. No paraba de llorar y le decía a mi madre: ‘Tenemos que irnos. Este no es mi hogar’. Quería encerrarme en mi habitación y dejar de ir a clase. Pero maduré mucho a raíz de aquello, y muy rápido’’. Dos años más tarde, estaba de nuevo en Los Ángeles, de vuelta a la música, y aún le quedaba por descubrir el lado más oscuro de esta industria.

‘‘Quería hacerlo a mi manera y reunirme con compositores y productores, ya que no conocía ninguno’’. Una vez consiguió su hueco en un estudio, se dedicó a escribir y a grabar demos, con el único resultado del chantaje de los productores. ‘‘Jugaban conmigo porque me consideraban una niña pequeña. Me solían decir: ‘Si haces esto, yo puedo hacer esto otro’’’. Llega la pregunta más complicada: ¿fue acoso sexual? ‘‘Sí. Es duro decirlo en una entrevista. Me dijeron que tenía que firmar un acuerdo de confidencialidad, pero me negué. Hay que tener cuidado con el acoso sexual en el trabajo. Está ahí y debes mantenerte alerta. Ahora estoy rodeada de gente increíble pero, entonces, nadie me conocía, ni me apoyaba’’.

El punto de inflexión en su carrera profesional fue conocer, en 2014, al productor discográfico canadiense Cirkut, que ha trabajado con multitud de artistas como Rihanna o The Weeknd. Se estaba tomando una copa con su novio, a la vez que Cirkut celebraba su cumpleaños. Le cantó la mítica canción de felicitación y el resto, como se suele decir, es historia. ‘‘Ahora produce todos mis trabajos y lo es todo para mí’’.

Jasper Soloff

En cuanto al futuro, ser cabeza de cartel de una gira mundial y colaborar con otros artistas es lo que más desea en estos momentos. Le encanta Rita Ora, Bebe Rexha, Dua Lipa y, hace poco, ha lanzado una colaboración con Charli XCX. ‘‘No la conocía y, cuando quedamos para escribir la letra, le dije: ‘Guau, eres la persona más amable del mundo’’’. Pero, ante todo, quiere seguir escribiendo himnos que empoderen. ‘‘Ese es mi objetivo número uno. Es importante animar a la gente. Cuando alguien está deprimido, pone la radio y se siente un poco mejor ¿no?’’. ¿Y cómo se anima una cantante que trata de empoderar a los demás, especialmente en estos tiempos de COVID?

‘‘Al comienzo de la cuarentena, tenía tanto miedo que no quería salir a la calle. Desinfectaba toda la comida. Me volví loca. Fue un duro golpe para mi salud mental, porque cambió mi manera de concebir el mundo y me invadió la incertidumbre’’. Para superar esos momentos malos, anotó todos los días cinco cosas por las que estaba agradecida y escuchaba su música favorita. ‘‘Cuando tengo ansiedad, la única canción que me ayuda es ‘SOS’ de Rihanna. También salgo a la calle para tomar el airey veo comedias de los 2000. ¡Me encanta cualquiera de Drew Barrymore!’’.

Las redes sociales pueden ser un desafío para la salud mental, sobre todo, cuando tienes 2,3 millones de seguidores en Instagram y casi 5 millones en YouTube. ‘‘Suelo publicar un ‘selfie’ cuando me despierto, sintiéndome con los pies en la tierra, como si pudiera conquistar el mundo. Otros días, cuando no me siento guapa, me comparo con las chicas que se han sometido a muchas cirugías plásticas. A veces resulta imposible no hacerlo: Instagram es como un pozo en el que te hundes’’. Por eso, reconoce que no le gusta ver lo que la gente escribe sobre ella. ‘‘Prefiero centrarme en lo positivo. Soy un poco miedosa, sí’’. Pero también valiente. La dualidad de Ava Max.

Peluquería: Marty Harper de Wall Group. Maquillaje: Kale Teter de Wall Group. Editor adjunto y Brand director: Chloe O’Brien. Estilismo de portada: ‘body’ de Brandon Maxwell, falda de Nina Ricci, cinturón corsé de Agent Provocateur, botas de Chloe Gosselin, anillos de Pandora.

+ entrevistas
Ana Guerra, su álbum y su tiempo ausente
La entrevista completa de Alba Reche
Entrevista a la reguetonera Tini

Artículos relacionados