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Apliquen la norma, cambien la norma

Apliquen la norma, cambien la norma

El análisis de las portadas de los periódicos deportivos de hoy

Buenos días. Hasta rima. “Benzema / Balón de Oro ya”. Se puede incluso corear por la calle, en manifestaciones de hordas madridistas que caminen solidariamente tras una pancarta con ese mismo lema. La final del torneo que se disputó ayer no es exactamente la Final de un Mundial —de hecho, nos parece un torneo ignominiosamente inventado para dar una pátina de oficialidad a los recaudatorios amistosos FIFA—, pero si sirve para refrendar la absoluta necesidad de que a Benzema se le otorgue la máxima distinción individual balompédica de una vez por todas, bienvenida sea.

Francia, desastrosamente dirigida por Deschamps, era un monigote patético, y de hecho España acababa de adelantarse en el marcador merced a una cagada estrepitosa de Upamecano y un gran remate de este gran delantero que es Oyarzabal. Francia era, sí, un engendro inoperante hasta que Karim hizo acto de aparición para devolverla al partido con un disparo extraordinario desde el pico del área. Marca de la casa. Golpeo con rosca calculada para que Unai solo llegara a rozar el balón. Bastante hizo el buen portero vasco, que no pudo impedir el golazo. Karim Benzema es en estos momentos, muy de largo, el mejor atacante del planeta. Así lleva no menos de dos años y medio. Si a esto unes su apabullante palmarés, no sabemos a qué se espera para premiar su labor con el único premio posible: el Balón de Oro.

Por supuesto, la prensa española no se ocupa hoy, sin embargo, ni de Benzema ni de su gol, sino de Mbappé y el suyo, un tanto envuelto en gran polémica y del que se hablará durante mucho tiempo, que a la postre (nos encanta decir “a la postre”) fue definitivo. Como veréis, no se ahorra Marca una brizna de hooliganismo nacional para sacar conclusiones en portada.

A nosotros eso de “Se están cargando el fútbol” nos recuerda a Xavi Hernández, no lo podemos evitar. ¿Os acordáis? Cuando perdía el Barça, había perdido el fútbol. Cuando el oponente ponía en marcha algún mecanismo táctico que incomodaba al Barça, ese mecanismo era siempre contrario al fútbol. El fútbol solo salía mal parado cuando le iba mal al Barça, y parece que ese mismo espíritu inunda hoy la portada de Marca, con la única salvedad de sustituir lo blaugrana por lo rojigualda. No vimos a Marca tan preocupado por el bien del fútbol cuando, hace tan solo unos meses, se consumó la aberración estadística de que un equipo como el Madrid culminara un campeonato de Liga entero sin que un solo árbitro de campo le pitara un penalti a favor. Ahí el fútbol estaba sano y salvo, nadie se lo cargaba.

No es difícil imaginar de qué modo habría ventilado esta portada Marca si se hubiera tratado de una Final de Copa Madrid-Valencia con idéntica jugada dando el triunfo a los ches. “El Valencia campeón” a cinco columnas, con un apunte lacónico en letra pequeña: “El Madrid se queja por la aplicación de la norma que habilita el gol valencianista”. Y el fútbol tranquilo en casa, sin un rasguño.

Apliquen la norma, cambien la norma

Cómo estarán de exacerbados los ánimos patrios que hasta Sport pone el grito en el cielo. Sport, sí, diario tradicionalmente distinguido por su hondo sentimiento hispano y su profunda tradición de apoyo sin fisuras a la grandeza de España, país la pronunciación cuyo nombre siempre ha adquirido una resonancia especial en el timbre de voz de periodistas como Enric Folch.

“Una gran selección española cae ante Francia de forma escandalosa con un gol en fuera de juego de Mbappé”. Estamos de acuerdo con la primera parte de la frase. Una gran selección española, bien dirigida por Luis Enrique y que puso contra las cuerdas a la campeona del Mundo. Hasta ahí todo bien.

Lo que no terminamos de ver es el escándalo. Vemos la decepción. Vemos la rabia, la entendemos, y este humilde portanalista, en tanto español, hasta la comparte. Duele mucho perder por la aplicación rigurosa de una norma, pero resulta que esa norma existe, y que si existe hay que aplicarla por discutibilísima que la norma sea. Lo aclaraba ayer en Twitter Alberto Cosín, que de esto sabe lo suyo. No hay lógica en la norma ni en sus concomitancias, y eso convierte la decisión de Taylor en lacerante. Pero la norma es la que es.

En este sentido, y ya que Sport es una publicación asumidamente culé, podría aprender de “su” jugador Eric García, que estuvo absolutamente ejemplar ante la prensa, respondiendo con mesura a las llamadas a la rebelión de los periodistas. “Ojalá algún día cambien esta norma pero hoy no la van a cambiar. Es gol”. La Galerna no ha ahorrado ironía para con este jugador y su presencia en el Barça y en la llamada Roja. Ayer nos ganó diciendo esto. Modélico.

No se queda atrás Mundo Deportivo, más diario de Godó (grande de España) que nunca, en su afán defensor de la patria, propio de pulsiones casi legionarias. El juego de palabras “VARapalo” es francamente mejorable, pero nada como eso de “Eric toca el balón según el árbitro”. Hombre, según el árbitro y según testifican las imágenes de manera objetiva. ¿Es absurdo que este hecho habilite a Mbappé? Lo es. ¿Es la norma ilógica? Lo es, cámbiese, como sugería el propio Eric. Pero discutir el hecho de que García toca ese balón, y que por efecto de ese toque Mbappé queda habilitado, es más absurdo que la norma misma. Cámbiese la norma pero, mientras no se cambie, aplíquese, que es lo que hizo el colegiado Taylor.

Gavi. Sergi Roberto. El propio Eric García. El mismísimo Luis Enrique. Manifestaciones todas ellas de presunto favoritismo culé que vete a saber si no será la verdadera explicación de tanta indignación por parte de rotativos que no se distinguen precisamente, de manera habitual, por su ardor hispánico.

En medio de toda esta curiosa inflamación de sentimientos rojigualdos, llama la atención por su ponderación y tino la primera plana de As, que a nuestro juicio pone el acento justamente donde hay que ponerlo: la excelente noticia que supone para la selección el gran papel llevado a cabo en el torneo, aunque este sea menor. España tiene razones para soñar. Intachable la portada de As, como intachable estuvo Eric García y hasta el propio Luis Enrique. “Sin título, pero con futuro”.

Efectivamente.

No queremos terminar esta sección sin volver sobre la gloria de un grandioso Benzema, a quien el Real Madrid felicitó en sus redes sociales por el triunfo, a la par que reivindicó para el Balón de Oro.

No creáis que este tuit del club blanco le pareció normal a todo el mundo, incluso a pesar de que hubo otro tuit felicitando a los de Luis Enrique por el gran papel realizado. No, queridos, no. El Madrid hizo muy mal felicitando públicamente a su propio jugador. Pero que muy mal.

Ved, ved.

¿Cómo os quedáis, amigos? La felicitación, según este periodista de un importante canal hispanoamericano, debió ser en privado. Claro que sí. En un cuarto oscuro de Valdebebas al cual Karim debió llegar oculto en el maletero del coche, no vaya a ser que se incurriera en el riesgo de que alguien se enterara.

Pasad un buen día.

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