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Gabby Thomas, la epidemióloga de Harvard que ha conquistado los Juegos

Gabby Thomas, la epidemióloga de Harvard que ha conquistado los Juegos

Para Gabby Thomas, flamante bronce en los 200 metros, el metal que se acaba de colgar del cuello es sólo una parte más de un impresionante currículo que no se ciñe exclusivamente al tartán. De hecho, la atleta de Georgia acumula casi tantas medallas en el atletismo como lo ha hecho en una vida académica de matrícula que le ha llevado a graduarse en la prestigiosa Universidad de Harvard en neurobiología.

Thomas tenía ante sí el desafío de convertirse en la primera campeona olímpica del centro de estudios más famoso de Estados Unidos junto a Yale y aunque no lo consiguió, toda la institución de Cambridge, Massachussets, vibró con cada zancada de su compañera de estudios. "Sólo está empezando a rascar en la superficie de su carrera como deportista", afirmaba tras la carrera Ngozi Musa, compañera de estudios de Thomas a la que también le queda recorrido en las aulas y en el mundo de la medicina.

La velocista estadounidense continúa con sus estudios en la Universidad de Texas con un máster en epidemiología y gestión de la sanidad, mientras lucha para reducir la disparidad racial que todavía existe en los cuidados sanitarios en Estados Unidos. "Seguir en la universidad me hace apreciar todavía más lo que he conseguido en la pista", aseguraba la corredora antes de disputar los Trials americanos en los que se ganó la plaza para cumplir otro de sus sueños.

Gabby Thomas, la epidemióloga de Harvard que ha conquistado los Juegos

A pesar de que su madre asegura que nació para correr (a lo Springsteen) Thomas no empezó a tomarse el atletismo en serio hasta su penúltimo año de instituto. No tardó en sobresalir en la pista y dado su expediente académico, que seguía siendo su principal preocupación, Harvard fue de las primeras universidades en llamar a su puerta, ofreciéndole una beca para estudiar neurobiología.

Thomas estaba obsesionada con esta especialidad desde la niñez. Quería descubrir por qué su gemelo sufría trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y la explicación al autismo de su hermano pequeño. "Su situación me condujo a querer estudiar esta especialidad", confesaba en una entrevista en The Athletic una atleta que también tuvo que enfrentarse a su propio cuerpo para llegar a estos Juegos.

El pasado mes de mayo a Thomas le fue diagnosticado un tumor en el riñón. Un diagnóstico que se convirtió en la fuerza necesaria para estar en Tokio. "Le dije a Dios que si estaba sana, iba a ganar los Trials. Si no es cáncer, me clasificaré para los Juegos". El tumor era benigno y Thomas cumplió su promesa: llegó, vio y ganó un bronce que sabe a oro.

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