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Mujer Seis trucos para ir más cómoda en la bicicleta si eres mujer

Mujer Seis trucos para ir más cómoda en la bicicleta si eres mujer

Las bicicletas están siendo uno de los medios de transportes más utilizados estos meses tras la pandemia puesto que te da la libertad de movimiento de forma segura y sana. Pero la estructura de las bicis no siempre se adaptan a la anatomía de la mujer que acaba sintiéndose incómoda muchas veces e incluso sufriendo dolores en algunas partes del cuerpo.

Una opción para evitar estas molestias es adquirir un modelo que esté diseñado específicamente para las mujeres o intentar adaptar la que tenemos para que esa más beneficiosa. Pero aquí también hay algunos trucos para conseguir que montar en bicicleta sea más placentero que doloroso.

1. Cambiar el sillín

Es una de las zonas de la bicicleta que más problemas da a las mujeres. No hay un sillín perfecto pero sí hay algunos que van mejor con la forma anatómica del cuerpo de la mujer y es clave tener un asiento que nos resulte cómodo para evitar roces y dolores inesperados.

Los aspectos a tener en cuenta son la cantidad de relleno del sillín, cómo es de grueso, la forma de la nariz y, sobre todo, si acaba provocando roces en los muslos.

Cada vez más, los fabricantes tienen en cuenta estas diferencias a la hora de diseñar estos asientos y la mayoría de las marcas tienen específicos para mujeres que se caracterizan, entre otras cosas, por una sección más recortada que eliminar la presión sobre la zona perineal.

2. Calcular dónde está la presión

Mujer Seis trucos para ir más cómoda en la bicicleta si eres mujer

No todas las incomodidades, dolores o molestias pueden venir del sillín. Puede que el asiento esté bien pero que la postura que lleves no sea la mejor para tu cuerpo bien porque el sillín esté demasiado alto (lo que aumentará la presión que tienes que hacer y generará dolor en la zona de la vulva) o que el manillar esté demasiado lejos y te obligue a ocupar sólo la punta del asiento, con los consiguientes problemas en los tejidos.

Las bicicletas diseñadas para mujeres tienen en cuenta que nuestra distancia entre hombres es menor que la de los hombros, tenemos los brazos más cortos y las manos más pequeñas. Los manillares específicos suelen ser más estrechos y los puños más pequeños para conseguir un mayor control sobre el vehículo y situar el centro de gravedad justo en el punto medio para no forzar las posturas y evitar dolores en las lumbares o en las caderas.

3. Saber dónde están los huesos de asiento

Antes de ver qué remedios podemos poner en marcha en el sillín o en el cuadro de la bicicleta para evitar lesiones o dolores, hay que saber bien dónde están situados nuestros huesos de asiento.

Para ello, tenemos que sentarnos encima de un cartón con el culo mojado (bien al salir de la ducha o en otro momento) para tener un dibujo certero de cómo es nuestra forma de asiento.

Los expertos insisten en que si los huesos de asiento no están apoyados, todo se verá afectado.

4. Mejor sin depilar

Contrariamente a lo que muchos piensan, los expertos advierten de que el pubis o las zonas de las inglés más próximas depiladas pueden provocar más daño que beneficio sobre todo si, con la fricción, algunos pelos crecen hacia adentro y se forman folículos infectados. Y más si se le une la presión del traje y el sudor que se produce en esa zona por el esfuerzo.

5. Usar un gel antirozaduras

Si hace mucho que no sales con la bicicleta o vas a hacer una carrera larga no está mal el uso de gel antirozaduras. Se venden en farmacias y pueden ser muy útiles en las zonas donde hay mayor fricción para evitar dolores y molestias innecesarios.

6. Sin ropa interior

Si montamos en bicicleta con ropa de ciclista, es decir, con un culote de licra, lo mejor es no utilizar ningún tipo de ropa interior que pueda provocar roces, incomodidades y que tengamos una postura forzada durante el paseo o la carrera.

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