No hay nada más reconfortante que unas toallas, limpias, suaves y con un aroma agradable. Sin embargo, en invierno, lavar y secar este tipo de prendas puede convertirse en una tarea complicada debido a las bajas temperaturas y a las frecuentes lluvias.
Además, las toallas son las prendas más susceptibles de acumular olor a humedad debido a que se suelen guardar o colocar en el propio baño, una práctica poco recomendable, ya que la acumulación de vapor tras la ducha puede hacer que permanezcan mojadas mucho más tiempo.
Todo esto se puede evitar siguiendo una serie de recomendaciones que comienzan desde el propio lavado. Una vez que finalice la lavadora, hay que tender cuanto antes las prendas para evitar que se queden mojadas y arrugadas durante mucho tiempo.
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— Kapil Mon Jul 26 13:08:57 +0000 2021
Posteriormente, hay que tenderlas estiradas, evitando doblarlas sobre las cuerdas y tratando de separar lo máximo posible unas de otras. El tendedero exterior, durante el invierno, es difícil de usar por la temperatura y las precipitaciones, por lo que en el interior hay que tratar de colocar el tendedero en las estancias más espaciosas y ventiladas.
Colocar el tendedero cerca de los radiadores o de otra fuente de calor ayudará a que las prendas se sequen cuanto antes, una acción primordial para evitar el olor a humedad.
Además, hay que tener en cuenta que colocar directamente las toallas en el radiador no es del todo recomendable, en primer lugar, porque se tapona la salida del calor y pierden eficacia y, en segundo lugar, porque es un tejido poco transpirable, se producirá gran condensación y las toallas quedarán duras.
Cuando se usen las toallas tras la ducha, hay que evitar en lo posible colgarlas tras la puerta o en los toalleros del propio baño ya que, además de estar mojadas, la humedad del ambiente no ayudará a que se sequen. Del mismo modo, al echarlas a lavar, es mejor no meterlas en el cesto de la ropa sucia junto al resto de prendas y, menos aún, si están un poco mojadas.
Para guardar las toallas, se pueden emplear bolsitas sal o arroz dentro de los armarios para absorber la humedad del interior y evitar que esta acabe impregnando las toallas y otras prendas de ropa. También se pueden adquirir productos específicos para este fin en el mercado.