'Los Colegas', de Miajadas, da la sorpresa y gana el desfile de comparsas del Carnaval de Badajoz

El Titanic salió a flote ayer en Badajoz. Lo lograron Los Colegas de Miajadas que conquistaron por primera vez el primer puesto del desfile de comparsas con un traje inspirado en la conocida película y un estandarte así como una decoración para su carro de instrumentos que recreó el barco.

La sorpresa de la jornada la protagonizaron Las Monjas, siete veces campeones en sus doce años en el certamen, que no lograron ningún premio con su disfraz de roqueras.

Donde vamos la liamos, homenajeando a su pueblo, Olivenza, fueron segundos y Los Lingotes con su traje sobre músicos clásicos, terceros en un desfile multitudinario que llenó las calles pacenses.

Las ganas de comparsas comenzaron a sentirse a las diez y media de la mañana. Mientras los trabajadores de FCC se esforzaban por formar montones de basuras con los restos del macrobotellón para poder retirarlos, los primeros aficionados se sentaban en las sillas que se alquilan a lo largo del recorrido. Media hora después, y cuando aún faltaba más de una hora para ver llegar las primeras agrupaciones, ya era imposible sentarse.

Entre los primeros en llegar destacaron muchos aficionados de las localidades cercanas que habían cogido el primer autobús del día para ver el desfile, y especialmente a sus conjuntos. Por ejemplo un grupo de jubiladas llegadas de Talavera la Real para ver a Los Lingotes o una abuela que viajó desde Alange para ver a los suyos desfilar con Bakumba. Todos muy abrigados y la mayoría con mantas sobre las rodillas porque la falta de sol prometía un día frío, y así se cumplió, pero todo merece la pena por ver el espectáculo.

La masiva asistencia, eso sí, dejó varios incidentes, aunque todos leves. El parte de la Cruz Roja indicó que realizaron 78 intervenciones, aunque solo 6 personas fueron derivadas a centros sanitarios. Lo más destacado fueron 33 lipotimias, además de 19 heridas accidentales, 4 crisis de ansiedad o una intoxicación por drogas.

Las Monjas abrieron el desfile con su característico ritmo, rapidísimo. Los de Torremejía hicieron honor a su nombre y a sus orígenes mezclando los elementos religiosos con el rock. Las monjas roqueras encantaron al público. Mezclaron el negro, el rojo y el blanco en cuero con la pedrería y elementos sorprendentes como un rosario de madera que cuelga de sus cinturas. Además incluyeron una sorpresa en su coreografía al meter a la percusión con barriles y gasas bailando entre el cuerpo principal.

Tras ellos llegaron Los Pirulfos de Barbaño también con una música muy rápida al igual que sus bailes. Este año son una fusión de bailes latinos. Sus trajes, en dorado y rosa, son muy vistosos en conjunto y los flecos les dieron mucha sensación de movimiento al bailar cumbia y 'reggaeton', entre otros ritmos. Llamó la atención su estandarte de enormes plumas. Como siempre, Colorido sobre ruedas desfiló en tercera posición. El grupo de Aspaceba ha incorporado por primera vez carro de instrumentos y este año se inspira en Mary Poppins. Las sillas de ruedas se convirtieron en un tiovivo que maravilló al público.

Balumba llegó después con el primero de los tres trajes inspirados en el mundo de los cómics, en su caso en los personajes de Marvel. Así lucieron una capa de Thor mezclada con la del Doctor Extraño y Tormenta. En el pecho representaban varios trajes y en las piernas llevaban las insignias de varios superhéroes como Daredevil, Punisher, el Capitán Marvel, X-Men o Shield. No faltó detalle. La máscara de su cabeza es de la Bruja Escarlata y lleva las caras de varios superhéroes como Hulk, Pantera Negra o Ironman además del maquillaje de Mística.

Cambalada, en quinto lugar, fueron buscadores de tesoros con un llamativo gorro lleno de elementos. En su coreografía jugaron mucho con su personaje, con un cuchillo, una antorcha, una brújula y un mapa para acompañar sus movimientos. Además en su mochila llevaron unos palos para hacer ritmos. Marabunta, de Valdelacalzada, fueron guerreros bailando con un escudo y una espada. Su carro de instrumentos representó un castillo y una catapulta.

Desde Alange llegó Bakumba con una propuesta original para celebrar su décimo aniversario. Son una escuela de baile que imparte distintos estilo. Por ello su disfraz era convertible y pasaba de tener una falda flamenca a una de charlestón. Los Caprichosos de Quintana de la Serena les siguieron con un impresionante estandarte recreando los rodillos tibetanos. En el Tíbet inspiraron su traje, de telas de calidad, y con un gorro alto que se basa en el tradicional de esta lejana tierra.

El Libro de la Selva se representó a continuación de la mano de La Movida de Gévora. Una máscara del tigre Shere Khan cubría la mitad de su cara y el resto de los personajes se distribuían entre el gorro y el traje que ganaba movimiento gracias a las plumas que colgaban a modo de falda. Les siguieron Caretos Salvavidas que han elegido un traje especial para conmemorar su 25 aniversario. Son 'La leyenda de Tenochtitlan', el mito en torno a la creación de la capital del Imperio Azteca, la actual Ciudad de México.

La leyenda dice que los fundadores de la ciudad escogieron ese lugar porque el dios del sol les ordenó afincarse en el lugar donde encontrasen un águila devorando una serpiente. En ese mito se inspiraron para recordar su primer desfile hace un cuarto de siglo cuando fueron aztecas. En este caso un impresionante gorro mostró el águila de la leyenda en llamativos colores dorado, verde y morado. Además en su estandarte llevaban el traje de su primer año a modo de princesa azteca en una silla portable.

Lancelot fueron trovadores con un bonito gorro en acetato que recuerda una llama. En su coreografía jugaron con una pluma y un pergamino. Tras ello Umsuka-Imbali impresionó con uno de los estandartes más grandes de la jornada con una figura representando Cuba. Su traje también está inspirado en la isla y coronado por un sombrero dorado, también de piezas de acetato.

Los Naranjitos debutaron a continuación, pero no son una comparsa. A pesar de haberse inscrito en esta categoría, llevan disfraces sencillos de piratas y vikingos y van sin instrumentos ni coreografía. Llevaban un barco con un equipo de música apagado para no molestar la percusión de otros grupos.

Los Desertores celebraron su 30 aniversario como corsarios franceses y el sombrero pirata que llevaban iba coronado con plumas de los colores de la bandera gala. Su estandarte, muy llamativo, representa un gran barco y sus vestidos destacaron por su elegancia.

También los de La Pava and Company, de Torremejía. Su disfraz de zares rusos fue ovacionado por el público. Su casaca esta llena de detalles, pero lo que más impresionó fue la velocidad de su coreografía basada en los bailes rusos. En un momento, varios componentes se quitan la chaqueta y forman un castillo humano que hizo vibrar a los asistentes. Los Tukanes, a continuación, se inspiraron en la música de los 70 y los 80 para lucir volantes y pantalones de campana en un conjunto muy alegre. Usaban un micro en sus bailes y contaban con un escenario en el carro de instrumentos.

Anuva representó la película Piratas del Caribe con elementos muy originales como un mapa en su gorro que representaba su pueblo de origen, Barcarrota. Llamó la atención el tamaño de su sombrero pirata con un barco atacado por el kraken. Vendaval hizo las delicias de los aficionados a Los Beatles. Su traje fue el azul del disco 'Sgt. Pepper's', en su gorro llevaron el submarino amarillo y en sus chaquetas la mítica portada del paso de cebra, las siluetas de los componentes y los títulos de varias canciones de la banda.

Los Soletes gustaron con su mezcla, muy sorprendente, del atuendo de una tuna con los elementos del traje popular de Perú. Destacaron sus cintas de colores. Les siguió Shantala, de Pueblonuevo del Guadiana, con un disfraz inspirado en la Comedia del Arte del siglo XVI, una idea realmente original. Su gorro estaba basado en Arlequín mientras que Pierrot y Colombina se mostraban en el cuerpo. En el baile, ademas, se manejaban unos a otros a modo de marionetas, lo que gustó mucho.

Vas como quieres ocupó el puesto 21. Los de Puebla de la Calzada llevaron un disfraz que mezcla el traje popular griego con el de la guardia real de este país. Los Pío pío salieron a continuación para emocionar. En su colorido traje se mezcla el pasado y el presente de México al representar la cultura azteca y la fiesta de los muertos, pero lo más especial eran los corazones con la letra E y el lema 'Siempre eterna' que llevaban en sus camisas. Un homenaje a Emilia Ledesma, una de sus componentes, fallecida recientemente.

Desde Aceuchal llegó Aquelarre como guerreros del dragón. Tras un estandarte impresionante con la cabeza del dragón, ellos portaban un llamativo disfraz con muchos elementos reciclados, por ejemplo, una falda hecha de cucharas de plástico a modo de escamas.

Achiweyba, de Villafranco del Guadiana, salió a continuación con un disfraz inspirado en Juego de Tronos. Llamó la atención el trono de hierro de su gorro y la máscara de los 'Hijos de la Arpía' en su espalda. Todo su conjunto contaba con decenas de referencias a la serie. Y siguiendo con las sagas de éxito, Montihuakan recreó el traje de 'quidditch' de Harry Potter y representó una pelea de varitas mágicas en su coreografía. Los Mismos, de Guadiana del Caudillo, apostaron por unos piratas muertos muy conseguidos que realizaban peleas de espadas en su Bailes.

Infectos Acelerados también gustaron con su traje de indios americanos, especialmente la espalda con dos enormes penachos de plumas. Caribe, por su parte, fue muy aplaudido por el público con su atuendo de la película Mad Max con cuero y metal además de un maquillaje muy logrado. Su estandarte del coche de la película ya anunciaba que el efecto iba a estar muy logrado. Sus trajes con cresta como gorro llamaron la atención y además las coreografías jugando con una cadena y los elementos de metal de su ropa fueron muy llamativas.

Uniendo Calamonte y Arroyo de San Serván llegó un año más La Fussion, en este caso, como princesas de Indonesia con un llamativo gorro con un templo y una bonita capa con el animal símbolo del país, el elegante. Les siguió Meraki, de Valdebótoa, representando a la tribu africana Korowai con muchas plumas y calaveras y una cabaña en un árbol como complemento de baile.

Donde vamos la liamos ha dedicado su traje de este año a su pueblo, Olivenza, y a su mezcla de España y Portugal. Así, en su gorro destacó el castillo oliventino y en su vestido los colores de las banderas de ambos países. Un caballo de madera fue el estandarte de Los Riki's. Los de Arroyo de San Serván fueron guerreros troyanos seguidos por Vaivén que dejó con la boca abierta al público con su estandarte en el que, precisamente, un enorme elefante abría la boca para barritar. Lo que no muchos espectadores pudieron apreciar es que en el interior del paquidermo portaban una exhibición de fotos de comparsas. También en su traje llevaban imágenes en blanco y negro porque en este 2018 son 'Emisarios del Carnaval'.

Yuyubas, por su parte, dedicó el desfile a su 30 aniversario. La tarta con velas que llevaban como estandarte se repetía en su gorro donde también se combinaban elementos de sus distintos Carnavales. Tras ellos desfiló La Bullanguera con sus hippies con muchos elementos reciclados. Valkerai después homenajeó el posible origen romano de Talavera la Real con un traje inspirado en esa época en dorado y rosa. Muy vistoso y con un casco de gran tamaño.

También desde Talavera, Atahualpa se presentó como venecianos y conquistó al público. No solo por su disfraz, con muchos detalles y una media máscara muy elegante, sino por su coreografía que incluía el montaje, en segundos, de una góndola incluido el río y el gondolero tocando el violín.

Achikitú, de Don Benito, desfiló con un divertido traje en homenaje a Freddy Mercury, tanto como artista como activista. Portaban su icónico 'look' de rey además de elementos como la bandera arcoíris o el lazo rojo de la lucha contra el Sida. Por supuesto, la música también era de este creador. Moracantana, por su parte, encantó a los más pequeños con su mezcla de Los Vengadores. Los trajes mezclando a Ironman, Thor o el Capitán América gustaron a los más pequeños.

Y llegaron Los Lingotes, siempre de dorado y siempre sorprendentes. Este año son músicos clásicos y su traje, como el año pasado, tenía truco. En un momento dado su coreografía mostraba el espectáculo de una bailarina a ritmo de oboe y violín y del interior de sus atuendos, al estilo clásico, sacaban unas alas con notas musicales. El público les ovacionó un año más.

Desde La Garrovilla desembarcaron Los de siempre a continuación como divas del pop con un gorro alto y brillante y una falda transparente. Tarankanova, desde Olivenza, les siguió con otra propuesta de guerreros que acompañaron sus coreografías con lanzas. Dekebais, una vez más, apostó por el colorido. Es la tercera agrupación que en este 2018 se inspira en los cómics. En su caso con una capa, un escudo del Capitán América, bocadillos de texto en un gorro muy trabajado y viñetas dibujadas en su maquillaje.

Los moteros de Wailuku llegaron después con muchas tachuelas y ritmos roqueros a juego con su atuendo. Su propuesta gustó al público que enseguida comenzó a seguir con palmas sus pasos. Saqqora, de La Garrovilla, desfiló como piratas con un complemento de baile en espiral que les dio mucho movimiento.

La Kochera llegó después con el musical Annie. Esta comparsa no solo hace una coreografía, sino que cuenta una historia. Así sus bailarines se despertaban, se lavaban, barrían, limpiaban, cantaban y todo siguiendo sus pasos. El público les ovacionó y siguió aplaudiendo al ver el enorme estandarte de Los Colegas de Miajadas, una proa del Titanic porque su traje se inspira en la película. Así llevan un timón o las chimeneas doradas del barco en su gorro. Makumbas, a continuación, desfilaron como reyes mayas.

Batala Badajoz, con su grupo de percusión, cerró el desfile junto con la comparsa humorística Los Superkk como banda musical con muchas referencias al proceso independentista de Cataluña.