Cuando la alcaldesa de Valencia 'in person' asiste a una inauguración, es signo inequívoco de que se trata de algo especial. Lo es, en efecto, la primera tienda que abre en nuestra ciudad -Conde Salvatierra, 35- la firma 'Lester', que cuenta ya con siete u ocho, la mayoría en Madrid, amén de varios 'corners' en El Corte Inglés.
Empecemos por su eufónico nombre. Según el fundador, Carlos Satrústegui, sin duda aficionado a la hípica, se adoptó en referencia a un 'jockey' tan notable, que llegó a ser ennoblecido en su país: Sir Lester Pigott. Personalmente me gusta también asociarlo al formidable saxofonista Lester Young, gran figura del jazz, que además tenía fama de hombre elegante. Porque de eso se ocupa 'Lester': de una elegancia masculina sustentada en moldes clásicos, aunque vista con enfoque contemporáneo.
Satrústegui revela que partió sin experiencia en el sector, abandonando otras actividades, llevado de su predilección por las corbatas. «Hace veinte años -dice- había en España poca corbatería de gran clase, más allá de las marcas de alta gama y precios altos». Decidido a cubrir un hueco más asequible sin bajar el nivel se fue a Italia, descubrió fábricas en Como -emporio de la sedería- que realizaran lo que él pretendía, y así empezó todo, hacia 1992. Desde entonces 'Lester' no ha cesado de crecer y expansionarse, agregando sucesivamente accesorios, hasta cubrir una completísima oferta para ese hombre actual que busca un guardarropa tan alejado de la excentricidad como de los modelos rutinarios. Con precios más que convincentes.
En sus cien metros de superficie de atención al público (otros tantos de almacén), la tienda valenciana brinda un panorama de maderas nobles, bonitas lámparas, grabados franceses del XVII, y detalles con reminiscencias ecuestres y deportivas: una espléndida silla de montar en su cofre, caballitos artesanales, raquetas de tenis. Estanterías y mesas rebosan de prendas escogidas: sueters y bufandas de cachemir, camisas a juego, pantalones y trajes de corte sartorial, cinturones singulares, cuidadísima ropa interior. Y, desde luego, cientos de corbatas que a menudo son encargos personalizados para regalos de empresas o colectivos de diversa índole.
Lógicamente, la apertura atrajo a un público masculino de buen gusto y excelente ojo crítico. Empresarios, intelectuales, deportistas, estudiantes; todas las edades y profesiones. Allí coincidieron Alberto Catalá, Pablo Serratosa, Carlos Pascual, Luis Alonso Stuyck, barón de Almiserach, Juan Piquer, Enrique Lucas, Alfredo y José Luis Quesada, Juan Soler e hijo, José Antonio Prat, conde de Berbedel, Pedro Catalán, José María Beneyto, Vicente Quilis, Juan Cámara y el artista Vicente Colom, cuyo toque en la decoración del establecimiento es inconfundible.
Hubo también parejas muy conocidas, como los marqueses de Amposta, Sonia y Juan Valero de Palma, Mimí y Fernando Puigmoltó, Gonzalo Fernández de Córdoba y Asunta Manont. Y una representación femenina de rumbo. A Rita Barberá se sumaron Ángeles Font de Mora, Pilar Trénor Suárez de Lezo, Isabel Clara Stuyck, María Garrigues Trénor, Marita Ochoa, Adeli Alonso Manglano, Cachita Gómez Trénor, Carmen Topete, condesa de Altea, Pilar Manglano, Maití Moróder, Ana Larios, Esther Barrera, Marta y Verónica Manglano, María Ruiz Mateos, Marta Maillo, Macarena y Miriam Alegre Alonso... en fin: la flor y nata. Y es que en 'Lester' hay también un rincón femenino, donde las que van a comprar ropa para sus maridos o hijos pueden escoger para sí mismas unos guantes fuera de serie o unos exquisitos 'foulards'.
Alma de la iniciativa son dos mujeres encantadoras: Magüy Alonso Stuyck y Pilar Díez de Rivera Devesa. Y a pie de tienda, una gran experta como es Curra Barona, acompañada por Carolina Rosales.
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