Los hosteleros en Mungia, Vizcaya, se sienten "en bragas". Por eso, han salido a la calle en ropa interior para protestar por las restricciones vigentes contra el coronavirus. El País Vasco es una de las tres comunidades que peores datos epidemiológicos registran por lo que las autoridades han reforzado las medidas sanitarias para luchar contra la pandemia.
Los hosteleros se han concentrado esta mañana para reclamar más ayudas por las pérdidas ocasionadas durante el tiempo que ya dura la pandemia. "Estamos en bragas, nos están matando y no hay derecho" o "Qué más tenemos que decir a nuestros gobernantes para que nos ayuden y nos saquen de este agujero", eran algunas de las reivindicaciones que hacían algunos de los manifestantes.
De hecho, la pasada semana el lehendakari Íñigo Urkullu apuntó a que deberían "ser aún más estrictos" que el año pasado en el cumplimiento de las medidas sanitarias debido a la alta presión hospitalaria". De hecho, los tres territorios históricos y sus capitales continuarán cerrados perimetralmente una semana más debido a que su tasa de incidencia acumulada en 14 días supera los 400 casos por 100.000 habitantes.
Contra las restricciones de horarios y aforos
Esta situación afecta particularmente a los horarios y aforos de la hostelería. Tendrá horario reducido, solo podrá atender a clientes de 06:30 horas a 09:30, horario de desayuno, y a partir de 13:00 a 16:30 horas, para ofrecer comidas. Los locales de juego y apuestas sólo podrán prestar en su interior servicios de hostelería en las mismas franjas.
En las últimas semanas, el País Vasco ha empeorado los datos de contagios y la presión hospitalaria también ha subido. Los expertos apuntan a que estos malos datos se deben a las grandes aglomeraciones que se produjeron el día de la final de la Copa del Rey entre el Athletic y la Real Sociedad, además de al aumento de la movilidad en todo el País Vasco con motivo de la Semana Santa.
