Narrador Ocho de cada diez españoles tienen un smartphone.
Lorenzo Martínez Es la navaja suiza de una persona cualquiera.
Narrador Lorenzo Martínez es ingeniero en Informática por la Universidad de Deusto y perito forense.
Lorenzo Martínez Habitualmente los forenses llamamos un clonado o una imagen.
Narrador Cada vez es más difícil acceder a un teléfono ajeno. Pero sigue siendo posible.
Lorenzo Martínez Cuando lo hacemos de un disco duro, vale, sacamos un disco duro, un ordenador, lo metemos en un equipo...
Narrador Lorenzo tiene una empresa de seguridad y colabora con la Guardia Civil en la investigación de delitos.
Lorenzo Martínez Obtenemos un fichero que contiene exactamente la misma información que el disco duro original.
Narrador Pero no es lo mismo clonar un ordenador que un teléfono móvil.
Lorenzo Martínez Lo que tenemos que hacer es conectarlo a una herramienta, a un sistema, a un equipo específico para hacer análisis forense e interactuar con el teléfono móvil.
Narrador La seguridad es cada vez más férrea. Pero hasta los terminales más modernos tienen sus puntos débiles.
Lorenzo Martínez Cuando el dispositivo tiene el jailbreak, vale. Es decir, que previamente ha sido manipulado para poder instalar aplicaciones no legítimas o para poder hacer otro tipo de cosas con el equipo.
Narrador Este tipo de aplicaciones abren una ventana a la clonación, abren la puerta a un universo de información.
Lorenzo Martínez El poder saber que En un momento determinado, estabas escribiendo un WhatsApp, y al enviarlo, te sonó el teléfono, durante 25 minutos hablando entremedias de todo eso te llegó un SMS. Además activaste el GPS...
Narrador Revela qué dices, qué haces, a dónde vas...
Hugo Prieto El estudio de las comunicaciones en una investigación es algo primordial para todas las policías.
Narrador Hugo Prieto es el jefe del área de delitos contra las personas de la Sección Central de Investigación Criminal de la Ertzaintza.
Hugo Prieto Hoy, además de escuchar las conversaciones, también podemos conocer con qué repetidor se ha conectado el teléfono. Lo que nos va a dar un posicionamiento.
Narrador Así que, si eres un delincuente, esta información te puede delatar.
Saber dónde estabas. Y cuándo. En cada momento. Eso es clave.
El teléfono móvil de Pedro Nievase convirtió en un arma de doble filo. Fue la herramienta que le permitió, ya lo sabemos, descubrir la infidelidad de Katia cuando grabó con el móvil la conversación entre su mujer y su amante. Pero la clonación de su dispositivo fue también la llave que permitió a la Guardia Civil confirmar sus sospechas.
El cazador cazado.
LAS DOS MUERTES DE JAVIER ARDINES. EPISODIO 9: SI HABLAS, TE VA A PASAR LO MISMO
Narrador A poco más de dos kilómetros está el mar.
En el bosque, este jueves, 16 de agosto de 2018, a las seis y cuarto de la mañana el cielo está nublado y el termómetro marca 17 grados. Djilali y Maamar esperan agazapados detrás de un muro de piedra junto a la casa del concejal Javier Ardines, en Belmonte de Pría, Llanes. Atentos, pendientes de todo. Han estudiado el terreno. Tienen un encargo y esta vez no quieren fallar.
Djilali, pequeño y nervioso, lleva un chándal del Athletic de Bilbao. Maamar, corpulento, también viste ropa deportiva. Los dos se ocultan con capuchas. Maamar va armado con un bate de baseball y un spray de pimienta. Djilali, con un garrote y otro spray.
Escuchan cómo arranca el motor de la furgoneta Citroen Berlingo de Ardines. Esta vez han colocado tres vallas de obra amarillas para cortarle el paso. Esta vez no se les puede escapar.
Jueza Cuando él se bajó del vehículo, ¿qué ocurrió?
Djilali Nosotros hemos puesto las vallas así tumbadas.
Narrador Este es Djilali Benatia, uno de los dos sicarios supuestamente contratados por Nieva para vengarse de Ardines. Está en el juzgado, delante de la jueza y confiesa cómo atacaron al concejal de Llanes. Era su segundo intento. La primera vez, ya lo hemos contado, Ardines esquivó la valla sin bajarse del coche.
Djilali Y atrás de las vallas había un terreno, un terreno con un muro y una puerta grande, un muro pequeño así, y nosotros hemos estado ahí.
Narrador Desde ahí, detrás del muro, vigilan a Ardines. Es un dejavu. La primera vez se libró. Pero esta vez baja del coche. Y lo ven. Lleva un pantalón pirata, camiseta con dibujos celtas y sandalias con suela de goma para no resbalar por la superficie del barco que le espera para salir a faenar. Eso lo sabemos nosotros, pero a ellos no les importa. En lo que se fijan es en que Ardines deja el motor encendido y la puerta abierta.
Jueza Entonces llevaban los sprays y el palo y el bate de béisbol. Sí.
Djilali Entonces nosotros estamos aquí escondidos. Y él estaba ahí, aparcado en la puerta.
Narrador Ardines retira la primera valla. Cuando se acerca a la segunda, los dos hombresse lanzan a por él. Djilali le rocía con el spray, aunque no consigue acertarle en la cara.
Djilali Yo en ese momento le fui a echar el spray. Y el spray no salió bien. Cayó al suelo y tras mío. Luego detrás mío venía Maamar.
Narrador Ardines coge una valla para protegerse, pero la tira rápidamente.
Djilali Entonces él cuando vio al segundo que venía, tiró la valla.
Narrador Ardines…
Djilali Se echó a correr. Ha dicho socorro. Una vez se echó a correr. Yo me fui detrás de él.
Djilali El señor fallecido corría más que yo. Más, más.
Narrador Sin embargo, el concejal cae al suelo. Está apenas a 100 metros de la puerta de su hogar, el sitio más seguro para cualquiera. Pero ahora está en peligro de muerte. Según Djilali, Ardines grita, pide auxilio. Pero nadie le escucha. Entonces, le golpean en la espalda.
Djilali El señor cayó a plomo, como desmayado o sin conocimiento. Cayó todo así. Bufff.
Narrador Todo esto ocurrió en el camino que atraviesa el prado, el bosque y lleva al hogar de Javier Ardines, situada a sólo 125 metros de la casa de veraneo de los Nieva.
Aquel amanecer del 16 de agosto de 2018.
Ahora estamos en un despacho judicial, en Llanes, el 21 de febrero de 2019. Es una confesión y la estamos contando a partir de la declaración de Djilali Benatia. El hombre está muy nervioso. A su espalda se sientan los agentes de la Unidad Central Operativa encargados de la investigación. Djilali está esposado, pero no para de gesticular. Y de hablar. Su confesión ante la jueza es claramente auto exculpatoria y llena de contradicciones.
Djilali Iba a marcharme y he visto a Maamar cogiéndole del brazo derecho.
Narrador Maamar, Maamar Kelli es el otro sicario. No tenemos su voz porque en el momento de las detenciones, estaba preso en Suiza. Quedémonos con Djilali…
Djilali Yo lo he dicho. Venga Vámonos. Venga, vámonos. Y él me miró y no me ha hecho caso y yo me piré, me sigue corriendo.
Jueza ¿Para qué? Le coge del brazo derecho.
Djilali Luego eso. Luego él me dijo que quería ver si respiraba hondo.
Narrador O sea, que según Djilali, fue su amigo el responsable de la muerte. Pero lo que cuenta no cuadra con los datos de la autopsia.
Jueza ¿Sabe usted que Francisco Javier Ardines murió asfixiado?
Djilali No lo sabía señoría.
Sonido informativo A primera hora de la mañana Javier Ardines salía de su casa en coche hacia el puerto.
Narrador Volvamos pues, de nuevo, a aquel día de agosto. Ya sabemos que fue un vecino el que encontró el cadáver y luego la hija de Javier Ardines quien avisó a la Guardia Civil. Los agentes se ponen a trabajar esa misma mañana. Lo primero es examinar la escena del crimen. Se descarta el robo. En el coche de Ardines aparece una cartera con 150 euros. En seguida “se aprecian” en la víctima “signos de extrema violencia”. Sí... es así cómo se escriben los atestados de la Guardia Civil. Según la autopsia, presenta “heridas contusas en el lado izquierdo de los labios superior e inferior”. Vamos a la boca rota de Ardines...
Rafa Alcaraz Las lesiones en los labios son un estallido que se provoca en una agresión directa.
Narrador El forense Rafael Alcaraz practicó más de 4.000 autopsias mientras estuvo en activo y participó en decenas de investigaciones de crímenes en el Anatómico Forense de Bilbao, entre ellos gran parte de los cometidos por ETA en Bizkaia.
Rafa Alcaraz Yo daría como causa principal de la muerte, el traumatismo craneoencefálico a secas, sin más que es una fractura completa en un lado o fractura de la base del cráneo irradiada, incluyendo las dos fosas oculares, incluyendo el peñasco, incluyendo un oído, por eso sangraba por un oído y con una hemorragia subdural y subarainoidea, además de un edema cerebral.
Narrador Parece que, tal y como se recoge en las investigaciones, los sicarios no se conformaron con golpearle con un bate de béisbol cuando estaba ya malherido en el suelo. La autopsia concluye que hay una doble causa de la muerte: fractura craneal y asfixia.
Rafa Alcaraz Uno de los mecanismos que los forenses aducen en la causa de la muerte es la estrangulación. Para manejar a un sujeto y estrangularlo hay que tener, hay que ser mucho más fuerte que él.
Narrador Escuchemos, pues, cómo se mata a un hombre. El asesino le aprieta el cuello con el brazo hasta asfixiarlo. Eso no es fácil.
Rafa Alcaraz Con la uve que se forma entre el antebrazo y el brazo, esa uve que se forma, introduces ahí el cuello, lo que estás haciendo es apretar, comprimir. ¿Qué es lo que comprimes? Lo que está en los laterales, que son los paquetes vasculonerviosos, carótida, yugular y el nervio neumogástrico en los dos lados.
Narrador El cuerpo se derrumba. Djilali y Maamar dejan a Ardines herido de muerte y huyen. Vuelven a casa. En el camino, una cámara de tráfico les sitúa a las 8 menos cuarto de la mañana llegando a Bilbao. Y, dentro, en el coche, la preocupación aumenta. O eso recuerda Djilali.
Djilali Entonces Maamar todo el camino empezaba diciendo Joder, tío, ojalá que viva. Tengo miedo que le pasa algo y tal. Y eso le podíamos llevar a un hospital.
Jueza ¿Estaba preocupado Maamar?
Djilali Yo no, porque yo pensaba que sólo está desmayado y ya está. Luego, cuando ya casi llegamos a Bilbao pues me preocupa un poco a mí también. Y luego, cuando él se fue a su casa. Yo en mi casa. Pues pensaba que. Que no ha pasado nada, que se ha desmayado y ya está. Hasta que ha visto la noticia yo.
Sonido informativo Una discusión podría ser la causa del fallecimiento de Javier Ardines...
Narrador Osea que, según su declaración, se enteraron por los medios. No es una tontería: es una manera de decir que no sabían que lo habían matado.
Los sicarios se asustan. Maamar le envía un mensaje a su socio. Dice textualmente, “el señor no está”. Han acabado con Ardines.
Djilali La ropa no la hemos tirado hasta que hemos visto que ha muerto.
Narrador Lo primero que hacen Djilali y Maamar es deshacerse de la ropa. La tiran a un contenedor en el barrio de Otxarkoaga. Y deciden un cambio de ritmo: quieren más dinero por el trabajo.
Djilali Luego cuando hemos visto que el Señor ha fallecido hemos hablado yo y Maamar Porque como ya están las cosas hechas. Y queremos pedirle más dinero.
Narrador Tienen que encontrar a quien les reclutó. Al enlace: Jesús Muguruza.
Jueza ¿Y qué cantidad le pidieron?
Djilali Le pedí 30.000 euros.
Narrador Djilali y Muguruza se juntan días después. Para el intercambio.
Djilali Me ha traído Jesús 20mil. Y me dijo Jesús que el dinero lo recoge todo él y su familia. Porque me dijo que Pedro ha venido al entierro del Señor aquí y ha visto la policía. La OCU estaba cagado, que no podía ni hablar con él.
Narrador Luego volveremos a eso, a la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, la UCO… Y a Pedro. De momento, Jesús Muguruza le paga y le advierte que no abra la boca. Por supuesto, siempre, según Djilali.
Djilali Ya luego me amenazó Jesús. Cuando me dio el dinero. Me dijo, ya sabes, me dijo. Si hablas te va a pasar lo mismo que a él. Es decir, me dijo ya sabes cómo es Pedro.
Jueza ¿Cómo es Pedro?
Djilali Él me dijo así, me dijo ya sabes como es, si vas a hablar te va a pasar lo mismo que el otro.
Narrador Eso, efectivamente, suena a amenaza. Es una amenaza. Así que lo mejor..., lo mejor es poner tierra de por medio. Y dos días después, el 18 de agosto, el propio Djilali lleva a Maamar a Barcelona, al aeropuerto del Prat para coger un vuelo a Argelia. Maamar desaparece de escena.
Maamar realiza dos viajes a Argelia de varias semanas. Después de Navidad vuela a Suiza. Muguruza se va de vacaciones con su familia a Málaga.
Djilali escondido, en su barrio.
¿Y Nieva? ¿Dónde está Nieva?
[SONIDO TREN]
Narrador Mientras Llanes hierve, con la noticia que se mueve como una descarga eléctrica, con la Guardia Civil y el pueblo y todo el país barruntando un crimen político, en Amorebieta se respira la calma, como si nada hubiera pasado.
Josu García Durante la noche del crimen, el 16 de agosto, Pedro Nieva está en su casa de Zubipunte, solo.
Narrador Josu García es periodista de ‘El Correo’.
Josu García Y esto es… sorprendente: la última actividad registrada por su móvil es a las 2 y media de la madrugada. No vuelve a utilizarlo hasta las 9 de la mañana. Lo hace para mandarle un Whatsapp a Katia, que está en Llanes. Le pide el teléfono de la mujer que les limpia la casa.
[SONIDO WHATSAPP]
Narrador A media mañana, Katia le cuenta a su marido que Ardines ha aparecido muerto.
Katia Tiene un golpe en la cabeza.
Narrador Y Nieva...
Nieva ¿Se sabe algo más?
Katia Parece que le han hecho algo. Pedro, ¿qué has hecho?
Nieva Yo no he hecho nada. Te lo juro.
Narrador De cara al exterior la pareja formada por Pedro Nieva y Katia Blanco puede parecer la misma. Pero a partir de esa mañana, a partir de esos mensajes, empieza un infierno interior: bajo el mismo techo, durante meses, conviven el presunto inductor del crimen y la amante del asesinado. ¿Se siente culpable? ¿Sospecha algo ella? El forense especializado en psiquiatría Guillermo Portero explica cómo se puede vivir con un secreto así.
Guillermo Portero ¿Cómo se gestiona? Pues depende de la personalidad que tenga. Si es una personalidad emocional, si es una personalidad dependiente, mal lo tienen que gestionar mal. Si es una personalidad fría, calculadora, poco empática, se deja impregnar poco por las emociones. Pues relativamente bien, ¿no?
Narrador La relación de Pedro y Katia cae en picado.
Josu García Incluso con Ardines muerto, la obsesión de Nieva continúa. La desconfianza. El rastro de los celos. El 8 de noviembre, tres meses después del asesinato, Nieva pide a Telefónica las llamadas que Katia hizo en agosto.
Narrador El periodista Josu García de ‘El Correo’ ha seguido ese rastro, el distanciamiento de la pareja.
Josu García En las escuchas que están recogidas en el sumario judicial se aprecia que la relación está a punto de romperse en esa época. Katia acude a una entrevista de trabajo para no tener que depender económicamente de su marido.
Narrador Es lo que la Guardia Civil denomina, y esto es textual, “sumisión económica”.
Josu García A su hermana Begoña le dice: “Ya no aguanto más, me hundiré en la miseria, pero esto ya no se puede”.
Narrador ¿Y qué hace Nieva entonces?
Josu García Las mentiras son constantes. En las escuchas que están en el sumario se registra que mantiene varios enfrentamientos con Katia porque llega a casa bebido y a altas horas de la madrugada. Su mujer le acusa incluso de haberle destrozado una camisa y de que le ha pegado una patada a la perra.
Narrador Antes ya estaba claro, pero ahora es obvio: Ardines no era el problema. Nunca lo fue...
Mientras Nieva y Katia están en plena crisis de pareja, la Guardia Civil estrecha el cerco sobre el electricista. A principios de octubre del 2018, gracias al análisis de los repetidores, los investigadores ya saben que Nieva se desplazó a Llanes el 27 de julio con -dice el sumario- "imperiosa necesidad y sin motivo aparente". Recordemos: el viaje preparatorio en el que Pedro iba a enseñar a uno de los sicarios cómo llegar a Llanes, la salida 312, dónde vivía Ardines, por dónde salía en coche…
También descubren que otro número ( que resultó ser el de Jesús Muguruza) hizo ese mismo trayecto. Tirando del hilo se supo que tenían comunicaciones cruzadas esa mañana y se le pudo identificar.
El 24 de octubre de 2018 se produce ese momento en el que se destapan todos los secretos. La Guardia Civil logra el ábrete sésamo de la cueva de misterios de Nieva. Atención.
David Olabarri Ese día Nieva lleva a Bilbao, a la tienda Txesmika, su Iphone X a reparar. Misteriosamente, su teléfono, de 800 euros, recién salido al mercado, se ha estropeado. ¿Casualidad? ¿Se lo rompieron desde fuera?
Lorenzo Martínez ¿Tú lo que me dices es forzar a que alguien se le rompa el teléfono para que lo tenga que llevar a reparar?
Narrador Lorenzo Martínez, el ingeniero en Informática.
Lorenzo Martínez Yo no soy conocedor de ello, ¿pero es viable? Sí es viable.
Narrador Así que… la policía podría haberlo hecho…
Lorenzo Martínez Se comenta, se rumorea que compran mecanismos no conocidos por los fabricantes para poder hacer según qué tipo de cosa.
Narrador Es decir, la Guardia Civil vigila a Pedro. Le siguen cuando sale de su casa, cuando llega al establecimiento.
David Olabarri Y en cuestión de horas, los agentes consiguen una orden judicial y se presentan en la tienda.
Narrador Es David Olabarri, periodista de ‘El Correo’, quien lo explica.
David Olabarri Los encargados se resisten a dárselo por una cuestión de privacidad.
Narrador Pero, después de la orden, no tienen otra opción...
David Los agentes se llevan el teléfono a las once de la mañana y a la una y media lo devuelven sin dejar rastro.
Narrador En poco más de dos horas, clonan el móvil. Los datos, las ubicaciones, sus búsquedas, sus fotos, sus conversaciones… ahora absolutamente todo está a su alcance.
David Olabarri Nieva recoge el teléfono días después. Por supuesto, sin enterarse de nada. Pero en ese momento, aunque todavía no lo sepa, ya está sentenciado.
Narrador Mientras tanto, el 16 de noviembre, la Guardia Civil muestra sus cartas y empieza a presionar a Nieva. Aprovechapara ello que el sospechoso tiene que ir al juzgado de Llanes por el conflicto con Vïctor, su excuñado, para interrogar a Katia por segunda vez. Ella declara durante 8 horas seguidas. Ocho horas. Los agentes le dicen abiertamente que creen que su marido es el responsable de la muerte de Ardines.
Ainhoa de las Heras Unos días antes, la Policía había escondido micrófonos en el Audi. Así que mientras vuelven de Llanes a Bilbao, Katia y Pedro hablan. Hablan mucho: son dos horas de viaje… Y, mientras, la Guardia Civil escucha.
Narrador Ainhoa de las Heras es redactora de ‘El Correo’. Y todo lo que cuenta está en el sumario. Son las escuchas policiales.
Ainhoa de las Heras Katia entra llorando en el coche. Le dice: “Ya puedes buscarte un buen abogado”. Los guardias todavía no le quieren tocar a él. Será su baza final.
Narrador ¿Cómo reacciona Pedro?
Ainhoa de las Heras Nieva sigue negándolo todo.
Narrador Porque su mujer le acaba de decir que la Guardia Civil sospecha que es el asesino de Javier Ardines.
Ainhoa de las Heras Y a partir de ahí él vuelve a confiar en Katia, probablemente porque no le ha delatado. Dos días después, como muestra de confianza, quita el GPS que tenía puesto en el coche de su mujer.Y aprenden que ya no deben hablar por teléfono. Las escuchas telefónicas mueren.
Narrador Al sentirse en la diana de la Guardia Civil, los nerviosde Pedro Nieva están a flor de piel. Una llamada de la periodista de Antena 3, Sofía Jiménez, para intentar entrevistarle, lo deja claro. La reportera no sabe todavía que Nieva es ahora el principal sospechoso. Ella está informando sobre Ardines, sobre su personalidad. Solo busca una visión sobre el fallecido.
Periodista: Hola, ¿qué tal? Buenas tardes. Llamaba para ver si podría hablar con Pedro o con Katia.
Pedro: Sí, soy Pedro.
Periodista: Hola, Pedro. Mira, ¿qué tal? Soy del programa de Antena 3 Espejo Público y llamaba porque me había comentado que tú y Katia erais muy amigos de Javier Ardines.
Pedro: Mmm...
Periodista: ¿Estoy en lo cierto?
Pedro: Sí, pero bueno… Si no te importa, te llamo yo luego.
Periodista: Eh… Era simplemente para preguntar cuánto tiempo le veíais o qué tal está la familia, si me podías contar un poco.
Pedro: Te llamo yo luego.
Periodista: Venga, gracias, Pedro. Hasta luego.
[SONIDO FIN DE LA LLAMADA]
Narrador Los acontecimientos se precipitan.
Jesús Muguruza, el intermediario que puso en contacto a Nieva con los sicarios, también tiene que declarar. Recordemos: su móvil estaba en la triangulación que la Guardia Civil hizo durante el primer viaje, el de reconocimiento. Declara, como testigo, el 10 de diciembre de 2018. Siete horas.
Jesús Mendiguren Fueron siete horas de una presión terrible en el sentido de que has sido tú. Tienes que decir esto.
Narrador Luis Mendiguren, el abogado de Jesús Muguruza.
Jesús Mendiguren Cuando alguien dice cosas que le pueden incriminar. Hay jurisprudencia amplísima.
Narrador Y pide que se anule esa declaración. Porque entiende que comparece como investigado y no como testigo.
Jesús Mendiguren Se tiene que parar inmediatamente la declaración. Llamar a un abogado o de su confianza que sería lo ideal.
Narrador Y es que, en el interrogatorio, en algún momento de esas siete horas, Jesús Muguruza revela que rechazó una propuesta de su ‘jefe’, es decir de Pedro Nieva, para dar una paliza al amante de su mujer, Javier Ardines. Y ese dato fue determinante para llegar a Djilali y Maamar.
¿Y Nieva? La Guardia Civil también llega hasta él, pero esta vez por las drogas. De momento solo es por las drogas...
¿Volvemos por un momento a Lastras de Teza, el pueblo de los jabalíes?
A Pedro le detienen el 12 de diciembre de 2019 por la plantación de marihuana que había instalado en ese caserío… Sale en libertad y, aunque las escuchas continúan, todos (Pedro, Jesús, incluso Maamar) se sienten vigilados. Hablan menos por teléfono, son más precavidos... El 1 febrero de 2019 la policía termina el estudio del móvil de Nieva y…
David Olabarri ...encuentra un océano de información.
Narrador David Olabarri. ¿Qué secretos guardaba exactamente Pedro Nieva ahí dentro?
David Olabarri Cientos de aplicaciones: 622, exactamente. Dos de ellas son para seguir los dispositivos GPS instalados en vehículos como el de Katia. Otra de grabaciones y una de mensajería encriptada.
Narrador ¿Algo más?
David Olabarri Sí. Más de 40.000 imágenes guardadas y más de 35.000 wasaps, mejor, siendo preciso, 35.716 wasaps con información jugosa.
Narrador ¿Es determinante para la resolución del caso?
David Olabarri Desde luego. Es información que refuerza de forma definitiva la investigación que había desarrollado la Guardia Civil. Así, las sospechas se transforman en certezas.
Narrador Vale. Lo contaremos en el próximo episodio. De momento: El 19 de febrero de 2019 han pasado seis meses desde el crimen. Al fin, a las seis de la mañana, agentes del Grupo de Acción Rápida de la Guardia Civil están a punto de derribar tres puertas:
La de Djilali Benatia.
La de Jesús Muguruza.
Y la de Pedro Nieva.
